Nueva York: El dominicano que transformó su vida vendiendo pasteles en hoja
Nueva York. ¿Quién es Carlos Peralta Pérez? Conozca su historia y el porque les decimos en el mes de la herencia Dominicana, “El dominicano que conquistó a Nueva York vendiendo “Pasteles en Hoja”.
Los pasteles en hoja, son un manjar del arte culinario dominicano, que forma parte de la gastronomía y la cultura de Quisqueya la bella. Los pasteles en hoja se componen de una masa de diferentes víveres y rellenos de carnes envueltos en hoja, listos para ponerlo a hervir hasta que queden bien cocido.
Los pasteles en hoja, son un manjar del arte culinario dominicano, que forma parte de la gastronomía y la cultura de Quisqueya la bella. Los pasteles en hoja se componen de una masa de diferentes víveres y rellenos de carnes envueltos en hoja, listos para ponerlo a hervir hasta que queden bien cocido.
En los Estados Unidos en el mes de febrero se celebra el mes de la herencia Dominicana, donde se realizan diferentes eventos para rendirles honores a todos los dominicanos en los estados donde residen.
Diferentes instituciones públicas o privadas, organizaciones reconocen para esta fecha a grandes dominicanos valiosos por sus aportes a su comunidad y al país.
En el estado de Nueva York, es donde más residen dominicanos de la nación americana.
La mayor concentración se encuentra en la ciudad de La gran manzana, y donde se encuentran grandes dominicanos valiosos y progresistas en diferentes áreas y que han sido ejemplo a seguir como es el caso de Carlos Peralta Pérez, un humilde quisqueyano que ha dejado huellas por las calles de la ciudad que nunca duerme predicando con el ejemplo vendiendo Pasteles en Hoja de las calles 125 st hasta la 215st. Con un carrito la ha recorrido de arriba abajo y de abajo arriba como decimos los criollos.
¿Quién es Carlos Peralta Pérez? “Mi nombre correcto es Carlos Peralta Pérez, soy de Santo Domingo y mis dos hijos viven en Bonao. Cuando conocí a la madre de mis hijos fue en una gira y bebí agua en Bonao y ahí me quedé”.
“Llegué a los Estados Unidos el 6 de febrero del 1993, y ya voy a tener 23 años el 6 de marzo vendiendo pasteles orgullosamente, donde le he dado el 100% de lo mejor de mí a la comunidad dominicana. Mi comunidad unidad, que se merece que la tengan un buen lugar. Somos personas trabajadoras, personas honestas, luchadoras, y donde quiera que llevemos ese logo de trabajo; Seremos personas gratas en cualquier parte de mundo”.
“Lo que me motivo hacer pasteles en hoja aquí en la ciudad de Nueva York fue lo siguiente: Cuando llegue a la ciudad más Cosmopolitan, no tenía trabajo, el desempleo fue mi mayor motivación y mi dignidad no la quería poner por el piso. También yo quería poner la raza Dominicana en un pedestal muy alto, entonces decidí vender pasteles”.
“Me costó mucho trabajo, porque los clientes que tengo ahora lo conseguí a sangre y fuego, cogiendo mucho frío, mucho calor, cogí cárcel, ya que con esto me perseguía la policía porque no tenía los permisos, sin embargo, a pesar de todo lo sucedido no me dí por vencido y hoy estamos aquí por la gracia de Dios”.
“Recorrí desde la 125 hasta la 215 con mi carrito, fue una experiencia dura, donde aprendí a ser perseverante y me ayudó a poner mi moral en alta, mi dignidad y para ser honesto fueron muchas las tentaciones, sin embargo, tuve mucha paciencia, fe y me agarre de Dios y aquí estoy dando lo mejor de mí y aportando con los mejores pasteles dominicanos”.
“Yo salgo de sol a sol, de nieve a nieve y de frío a frío. Gracias a la venta de pasteles he podido apoyar a mi familia y llevarlo hasta el grado de ser profesionales. Tengo 2 hijos y dos hijastros. Hoy en día ellos tienen un techo propio cuando van a la República Dominicana y por supuesto he podido ayudar a mi Madre, ella ha sido una gran fortaleza para mí, siempre me ha dado apoyo y la verdad es que sin ella no hubiese estando en la calle vendiendo los pasteles, ya que ella fue mi columna principal, sostén, mi educadora y mi motor de arranque”.
“Quiero destacar que con esto yo eduque a mis hijos, esto es un trabajo digno y honrado”.
“He trabajo duro en este país y le agradezco a mi madre, a mis amigos y a la familia por el apoyo que me han dado. Tengo una casa humilde en República Dominicana, no tengo “Jeepeta”, eso es una mentira, y todo lo que me he ganado durante todos estos años lo invertí en la educación de mis hijos. Trabajo para mantener a mi familia dignamente”.
“He trabajo duro en este país y le agradezco a mi madre, a mis amigos y a la familia por el apoyo que me han dado. Tengo una casa humilde en República Dominicana, no tengo “Jeepeta”, eso es una mentira, y todo lo que me he ganado durante todos estos años lo invertí en la educación de mis hijos. Trabajo para mantener a mi familia dignamente”.
“Conversando contigo puedo decirte que me siento un padre honrado, honesto, responsable, amoroso y sobre todo digno. Siempre les digo a mis hijos que hay que hacer el bien, para que mañana en la calle hagan criticas constructivas y no destructiva sobre uno”.
“Cabe destacar que por ahora no me pienso retirar, quiero seguir trabajando. A pesar de que fui humillado, fui maltratado, me preguntaban de si me daba vergüenza vender pasteles en hoja yo siendo más joven, y yo les digo que no. No me da vergüenza porque no estoy haciendo lo malo, el ser humano debe de hacer trabajo que edifiquen y eso es lo que hago, ahora si yo estuviese haciendo lo malo ahí si me da vergüenza”.
Yo les aconsejo a todos los dominicanos que nosotros tenemos una rica cultura, tenemos que darla a conocer, debemos de demostrarle al mundo que somos personas trabajadoras y donde quiera que vayamos llevarnos nuestra tambora y güira para dar a conocer nuestro merengue. Que viva la República Dominicana”.
´”Para comunicaciones y pedidos me pueden llamar al 718-644-6430, estoy las 24 horas del día”, término diciendo Carlos cariñosamente Carlos Pasteles.
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